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Consejos y Avisos Legales

Consejos para conducir con viento.

El viento, venga de donde venga, supone una variación notable en el consumo de combustible, pero lo que más afecta a la seguridad vial es su influencia negativa al actuar (fuerza del viento) sobre la carrocería, tendiendo a desplazar al vehículo y consiguiendo aumentar la deriva del mismo, provocando una cierta deformación del neumático para corregir la trayectoria y, en el caso de las curvas, aumentando la inclinación de la carrocería si se gira hacia el lado del que procede el viento, con una mayor transferencia de pesos.

Medidas que el conductor debe adoptar:

  • Si el viento sopla de frente, se notará resistencia para romper su fuerza traduciéndose esta situación en un mayor consumo de carburante.
  • Si sopla de atrás, su fuerza ayudará a aumentar la velocidad y a disminuir el consumo de carburante. Para mantener una velocidad adecuada, se deberá de levantar de vez en cuando el pie del acelerador.
  • Si sopla de costado es cuando realmente puede representar un grave peligro para la circulación. Su mayor o menor peligrosidad dependerá, entre otras circunstancias, de la mayor o menor fuerza con que sople. Puede provocar el vuelco del vehículo e, incluso, su salida de la vía.

Viento lateral.

Para controlar correctamente el vehículo de los efectos del viento lateral, se tendrá en cuenta las siguientes medidas:

  • Disminuir la velocidad según sea la fuerza del viento. Es vital reducir la velocidad cuando se sientan los primeros bandazos en el vehículo debidos al viento. La reducción de la velocidad es el mejor antídoto ante los problemas que produce el viento, ya que los cambios de dirección serán menos críticos, los balanceos más controlables y se evitará que el vehículo pierda agarre. Cuando se note una sacudida o un balanceo del vehículo inesperado, buscar con la vista árboles junto a la carretera permite detectar antes si hemos entrado en una zona de viento fuerte, ya sea en un puerto de montaña, como en zonas llanas.
  • Corregir las desviaciones para mantener la trayectoria del vehículo. Las rachas de viento se notan sobre todo en la dirección, con ligeros cambios de dirección que hay que corregir con el volante para mantener la trayectoria dentro del carril. Si hemos reducido la velocidad, estos cambios de dirección serán pequeños y con sólo coger con cierta firmeza el volante y estar atentos con la vista hacia dónde queremos llevar el vehículo, podremos hacer frente a las rachas de viento sin sustos.
  • Cuando el viento es racheado o a ráfagas, el problema se agrava. Tal ocurre cuando la vía por la que se circula presenta, en su entorno, taludes, barrancos, montañas, árboles, etc., que cortan o aminoran la acción del viento, y vanos, puentes o espacios por donde el viento pasa con más fuerza. Este repentino desvío puede tener graves consecuencias si el conductor no está atento y se deja sorprender. En estos casos, es importante que el conductor observe los indicios que le puedan advertir de la situación, tales como la inclinación y movimientos de los árboles, la trayectoria de los demás vehículos, etc.
  • Idénticas precauciones han de adoptarse en los Adelantamientos (especialmente al adelantar a camiones y autobuses) y en los cruces con otros vehículos (que circulen en sentido contrario). En ambos casos se deberá tener especial cuidado con la distancia de separación lateral.

Otros aspectos a considerar.

Otros aspectos relacionados con el correcto comportamiento a tener en cuenta, para adaptar la conducción y circulación del vehículo a esa condición ambiental:

  • Prever posibles acciones que el viento puede ocasionar y que talvez sorprendan el conductor (desprendimientos de tierras, piedras, árboles etc.)
  • Cerrar bien las ventanillas, impidiendo que el viento penetre y se arremoline en el habitáculo del vehículo.
  • Si, en general, no es aconsejable llevar baca, con fuerte viento lateral lo es menos, porque es perjudicial para la estabilidad del vehículo.
  • Si se circula arrastrando un remolque,Si se circula arrastrando un remolque voluminoso y ligero, piensa en cancelar el viaje si el viento es muy fuerte.
    Remolques y vehículos grandes: Hay que extremar las precauciones y la reducción de velocidad al conducir con viento fuerte vehículos con remolque, ya que éstos son más propensos a verse afectados por las ráfagas, desestabilizarse y agudizar los problemas de trayectoria en el vehículo que tira. Si el remolque es grande y ligero, como una roulotte, es incluso aconsejable cancelar el viaje y esperar a que el viento amaine. Cuenta más superficie de carrocería tenga el vehículo, más se notará el efecto del viento, por lo que hay que tener más cuidado con los vehículos grandes, sobre todo como un todoterreno grande y antiguo, una furgoneta o un camión. Aún se notará más si uno de estos vehículos va con poca carga.
  • Con tiempo seco el viento arrastra polvo y partículas en suspensión pudiéndose formar una especie de nube que dificulta la visibilidad. Si fuera necesario, el conductor debería de accionar el limpiaparabrisas y lavaparabrisas para que de esta forma se mejorase la visibilidad.
  • Viento extremo: Cuando las ráfagas de viento son muy fuertes y extremas, por ejemplo en pasos elevados de montaña, conduce con mucha precaución, reduce la velocidad y utiliza marchas cortas para elevar las revoluciones del motor y tener potencia de reserva para hacer frente a las ráfagas de viento. Contra el viento es necesaria la potencia del vehículo, no la velocidad.


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